Historia

   

La yeguada comienza su andadura en el año 1982 con la adquisición de una punta de yeguas de Pura Raza Española (P.R.E.) en la prestigiosa ganadería de don Francisco Fernández Daza, (Yeguada del Corazón) Chilena, Garrida, Mirandilla y Antígona II. Ubicándola en la Tierra de Arévalo (Ávila), entre los ríos Adaja y Arevalillo.

 

Los sementales utilizados fueron de los depósitos militares en principio, pasando luego a cubrir con el semental negro, Famoso XIII , de Escalera , y comprando al tordo Islero XXII, orígenes Vega de Anzo y Coca.


Posteriormente nos hicimos con una yegua castaña de ascendencia Martínez Boloix, Carbonilla, para seguir una orientación de castaños abierto, funcionales  y con mas alzada, con la participación de Naviero IV de Granda. Con quien cubrimos además la mayoría de nuestras yeguas


A continuación cambiamos de  semental negro y empleamos a Ingrato XI, magnífico y emblemático semental de los Hermanos Llorente, hijo de Visir, para nuestras yeguas que daban negro.                     


En el año 2.001 compramos una yegua de estirpe cartujana, Coruña III, de capa castaña,  con el fin de lograr una línea de cerrados en bocado de esta capa, cubriéndola con Atlántico XII, del hierro Gómez Cuétara


Buscando tener capas claras, adquirimos a Milano VI (Alazán pelo de vaca), estamos cubriendo con él, y ha ha ligado muy bien con nuestras yeguas. Esporádicamente, hemos utilizado, a los bayos, a Cisne AG y a Brujo PM. Ya hemos conseguido cinco ejemplares bayos, cinco alazanes y uno palomino.

   

   La meta que nos propusimos, era conseguir, verdaderos ejemplares con las mejores características del caballo español: por encima de todo NOBLEZA, luego BELLEZA, MEJOR ALZADA, sin salirnos de raza,  y por supuesto FUNCIONALIDAD.


  En estos momentos todos nuestros ejemplares, son dulces de trato, con un manejo agradable.


  La expresividad de sus caras, su estampa, la hermosura de sus hechuras, sus sedosas crines y tupes nos ponen de manifiesto la  legendaria belleza del caballo español, caballo de reyes.


   Sin llegar a criar elefantes hemos subido de talla a nuestra yeguada y estamos entre 160 cm. y 168 cm.


    La yeguada se cría en libertad en un pinar de Arévalo de 80.000 metros cuadrados, donde las yeguas y sus crías se mueven constantemente de un rincón a otro, en busca de la comida y el abrevadero para beber libremente.  Junto a las elevaciones propias de nuestra raza, tienen gran funcionabilidad con buenos movimientos, se pisan la huella y meten bien los cuarteos traseros avanzando 

 

    Al nacer, a los potros les tallamos; y durante una semana les manoseamos por todo el cuerpo, con delicadeza, para impregnarlos del olor humano, y darles confianza.

   

    A los seis meses se les desteta y se vuelven a tallar. A todos nuestros ejemplares les desparasitamos con Ivermectina oral dos veces al año. En primavera y otoño